La mastitis, como muchas infecciones que atacan al organismo por medio de agentes bacterianos que se cuelan desde el entorno exterior, tiene como tratamiento la administración de antibióticos, que son los únicos medicamentos con propiedades suficientes, como para eliminar por completo elementos ajenos al sistema inmunológico.
La administración de los mismos por supuesto, queda en manos de médicos con experiencia una vez que el diagnóstico ha sido confirmado. Estos no solo fungen como apoyo con su acción bactericida, dando muerte a estos organismos maliciosos e interviniendo en el proceso de reproducción que poseen; sino que además de todo alivian síntomas como la fiebre y la migraña.
Los antibióticos más recomendables para las mujeres que se ven afectadas por la mastitis, son los que se encuentran enlistados a continuación con su correspondiente descripción:
- Dicloxacilina. Se trata de un compuesto que forma parte de los llamados betalactámicos. Se distingue por la resistencia que ofrece ante la penicilinasa y tiene la capacidad de eliminar a la bacteria Staphilococcus aureus, que justamente es la principal responsable de la mastitis.
- Metronidazol. Este antiparasitario de la familia de los nitroimidazoles, es muy efectivo en la eliminación de bacterias anaeróbicas. Además de su consumo para lidiar con la mastitis, también suele recomendarse contra la vaginitis e incluso para disminuir la gravedad del acné con rosácea.
- Lactobacillus fermentum y salivarius. Estos probióticos son utilizados en aquellos casos que presentan mastitis de tipo infeccioso. El segundo sobretodo, se halla presente en el organismo de las mujeres, formando parte del ácido láctico de la vagina y el tracto gastrointestinal.
- Cotrimoxazol. Así se le llama al conjunto que forman los antibióticos conocidos como trimetoprima y sulfametoxazol. Evitan la proliferación de bacterias por medio de su reproducción y facilitan su muerte, impidiendo que puedan sintetizar las enzimas que necesitan para seguir con su esparcimiento.
- Cefalexina. Antibiótico perteneciente a la familia de las cefalosporinas y muy recurrido en diversas infecciones bacterianas. Es sobre todo muy útil, cuando las mujeres con mastitis se muestran demasiado sensibles a la penicilina, cuyo efecto suelen resistir los agentes responsables de dicho padecimiento.
Cualquier antibiótico consumido para aminorar casos de mastitis, debe ser ingerido bajo la supervisión de un médico, que sabrá elegir una combinación apropiada de los mismos, dependiendo de la gravedad de la infección. De lo contrario, el consumo irresponsable de este tipo de medicamentos, podría derivar en el empeoramiento de esta enfermedad.