La dieta debe incluir alimentos de los diferentes grupos nutricionales como carnes (res, pollo, pescado), lácteos (leche, quesos, yogur), huevos, verduras, legumbres, frutas y cereales (pan, arroz, pasta). Es adecuado seguir teniendo cinco comidas al día. Hay que eliminar o reducir la cantidad de grasas.
Es mejor que consuma leche descremada, cocine al vapor y evite los fritos. Aunque la lactancia necesita más calorías, esto no quiere decir que se pueda exceder el consumo de dulces. Es mejor restringirlos. La cafeína y el alcohol son perjudiciales para la madre y el bebé. Por eso, hay que sacarlos de la dieta y excluirlos de la rutina. Tomar agua es esencial.
La idea es beber entre ocho y diez vasos al día. Esto ayuda, entre otras cosas, a que la lactancia mejore. Consumir alimentos con fibra permite mejorar la digestión y aumentar la sensación de llenura. Esto sirve para comer menos. Se puede encontrar especialmente en frutas, verduras y granos. Las vísceras ayudan a recuperar las fuentes de hierro. Se recomienda que dentro de sus alimentos de origen animal proteico siempre se consuman higado, riñones, lengua, estómago y corazón.