La cúrcuma es una especia utilizada desde épocas antiguas como remedio natural, ya que posee numerosas propiedades medicinales que la convierten en un ingrediente muy interesante de incorporar en nuestra alimentación diaria.
Antiguamente, la cúrcuma era utilizada para disminuir dolores, aliviar los síntomas de algunas enfermedades, curar el cáncer y mejorar la memoria. Además se creía que podía combatir malestares gastrointestinales, que tenía propiedades afrodisíacas y que ayudaba a reducir los dolores causados por las articulaciones y huesos.
Luego de varios estudios e investigaciones científicas, se ha logrado comprobar que esta especia posee muchas propiedades y un sinfín de beneficios para la salud que valen la pena conocer.
Propiedades medicinales de la cúrcuma
Antioxidante natural
La espacia es un potente antioxidante que ayuda a neutralizar el efecto de los radicales libres —causantes de varias enfermedades—, a reducir el cansancio y a combatir la depresión.
Potente antiinflamatorio
La especia es un poderoso antiinflamatorio que contribuye con la reducción de la inflamación aguda y, a diferencia de los medicamentos convencionales, no tiene ningún efecto secundario para el organismo. De esta manera, es ideal para personas que sufren de problemas en las articulaciones o huesos, para curar heridas, como remedio para la bronquitis y el sindrome de túnel carpiano.
Para la prevención del cáncer
Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, la cúrcuma es una excelente sustancia para combatir y prevenir el cáncer. En este sentido, la especia funciona inhibiendo la proliferación de células cancerígenas e induciendo a que las células tumorales se autodestruyan —ya que el medio alcalino que genera el consumo de cúrcuma no es agradable para este tipo de células. A su vez, la sustancia ayuda con la reducción de tumores e inhiben que las células cancerosas se propaguen por todo el organismo, previniendo la metástasis.
Para el sistema digestivo
Además, la especia contribuye con el correcto funcionamiento del aparato digestivo, ayudando a prevenir problemas estomacales, gastritis y el tránsito lento. Está recomendada para personas con falta de apetito, problemas en la digestión y cólicos.
Para personas con flatulencias, dispepsia ácida y atonía estomacal, la cúrcuma es un excelente alimento que ayudará a regular e inhibir los síntomas.
Como protector del hígado
Según numerosos estudios, la cúrcuma es eficaz para tratar las piedras en la vesícula biliar y como protectora de hígado, ya que contiene sustancias que facilitan la digestión de algunos alimentos y el drenaje del hígado. Además es un excelente remedio para reducir el colesterol, disminuir los niveles de azúcar en sangre y eliminar las toxinas del hígado.
Para fortalecer al sistema inmunológico
Las sustancias que contiene la cúrcuma actúan sobre el organismo como inmuno-moduladores, los cuales hacen que se fortalezca la inmunidad y se reduzca el cansancio, nerviosismo y estrés. Algunos profesionales la recomiendan consumir en épocas donde se está más propenso a sufrir de catarros, en períodos de exámenes o tensiones y hasta para combatir la psoriasis.
