Se suele pensar que la mastitis, es una afección exclusiva de aquellas mujeres que se hallan en pleno estado de lactancia. Sin embargo, lo cierto es que esta enfermedad no excluye a quienes ni siquiera se han embarazo, ya que sus síntomas y características pueden ser originados, debido a otras causas. Estamos hablando por supuesto, de la mastitis sin lactancia.
Esta también es denominada como mastitis periductal, a diferencia de la que presentan quienes recién salen del embarazo, la mastitis puerperal.
Los síntomas inequívocos que comparten ambas enfermedades, son:
- Dolor en los pechos.
- Sensación de picazón y/o pesadez.
- Inflamación constante.
Eventualmente, también se pueden observar diminutas tumoraciones que sobresalen, desde debajo de la piel de los pechos. No obstante, en la mastitis de las lactantes, esto puede variar dependiendo de la gravedad de la infección. En ocasiones lo que se mira son grietas por encima de la areola del pezón.
La mastitis periductal o sin lactancia, afecta primordialmente a mujeres que han rebasado los 40 años. Su causa principal se debe a la acumulación de secreciones provenientes de la hinchazón de los conductos galactóforos.
Frecuentemente, sucede que a causa de la dilatación exagerada de estas vías, las secreciones terminan por salir hacia la superficie de las mamas, debido al rompimiento de las mismas. Eso podría ocasionar una confusión respecto a la mastitis puerperal, en la cual lo que se despide, es leche materna.
Diagnóstico de la mastitis periductal
Al contrario de lo que sucede con la mastitis puerperal, resulta un poco más complicado obtener un diagnóstico de la que se da sin lactancia, debido a que muchas veces esta misma es un antecedente muy influyente, en la obtención de resultados certeros. Esto no significa que sea imposible.
No obstante, los estudios necesarios para confirmarlo van más allá de una mamografía, debido a que la misma resulta insuficiente para examinar el tejido mamario, que es muy complejo.
La ecografía es la medida más acertada en estos casos.
Tratamiento pata la mastitis periductal
La ingesta de antibióticos es la medida más frecuente, una vez que los síntomas han llegado a representar un inconveniente para la salud y la vida cotidiana. En escenarios más graves, se requiere una operación quirúrgica para practicar la extracción de los conductos galactóforos.
También se recomienda adoptar un modo de vida más saludable, en el que se lleve un metódico control del peso y se evite el consumo de alimentos grasos, irritantes o sustancias como la cafeína.