La espera ha sido larga, pero en pocos días tendrás a ese bebé en tus brazos.
Toma en cuenta que solo un 5% de las mujeres embarazadas dan a luz en su fecha estimada. Muchas tienen sus bebés antes o después, por lo que es importante estar preparada de antemano, pero también tener paciencia si tu bebé se toma un par de semanas más para nacer.
Tu bebé
Peso: 2,721 a 4,000 kg aproximado.
Tamaño: 48 a 56 centímetros aproximado.
Ese pequeño en tu vientre es ahora un bebé hecho y derecho. Al llegar a la semana 37 ha concluido ya su desarrollo en tu útero y podría nacer en cualquier momento.
A los nueve meses de embarazo, tu bebé cambia poco, y más bien se concentra en iniciar su recorrido hacia la vida:
- Cae el vérnix, esa capa grasa que recubre a tu bebé. El vérnix cae poco a poco, por lo que es probable que veas restos de esta sustancia blancuzca en tu bebé al nacer.
- Los pulmones han alcanzado su punto de madurez y están listos para entrar en acción.
- El pequeño asume la posición para el nacimiento, de cabeza.
- Tu bebé desciende o se encaja en tu pelvis, preparándose para iniciar el trayecto a través del canal del parto.
Tu cuerpo
Tu cuerpo ha pasado por toda una metamorfosis desde que viste el resultado positivo en tu prueba de embarazo.
A partir de la semana 37 de embarazo puedes tener síntomas de labor de parto, como pérdida del tapón mucoso, sangrado, ruptura de la bolsa del líquido amniótico (comúnmente conocido como «reventar la fuente») o contracciones. Si presentas alguno de estos síntomas, llama de inmediato a tu médico.
Si no es hora aún del nacimiento, los síntomas del embarazo durante el noveno mes son:
- Menor movimiento del bebé debido al poco espacio. En lugar de las patadas fuertes que sentiste a los seis o siete meses de embarazo, ahora sientes movimientos leves. Recuerda monitorearlos y comunicarte con tu médico si sientes que se mueve muy poco.
- Dolor en las costillas, porque ya tu útero las ha alcanzado. Este síntoma desaparece cuando tu bebé desciende.
- Ya no aumentas más de peso. En total puedes haber aumentado entre 25 y 35 libras hasta ahora, pero no te preocupes: muchas de ellas desaparecerán cuando nazca el bebé y otro tanto se desvanecen poco después.
- Dilatación. Algunas mujeres pueden empezar a dilatar semanas antes de que inicie su labor de parto. No te debes alarmar, porque por lo general la dilatación no pasa de uno o dos centímetros y no hay ninguna otra señal de que se aproxime el nacimiento. Tu médico te dirá si este es tu caso, ya que se detecta mediante un examen vaginal de tacto o un ultrasonido.
- Cansancio extremo
- Aumento de energía
- Dificultad para dormir
- Dificultad para movilizarte
- Mayor frecuencia urinaria. Conforme tu bebé desciende y adopta su posición para el nacimiento, pondrá presión sobre tu pubis, lo que te puede resultar incómodo y obligarte a ir al baño más a menudo.
- Tus glándulas mamarias pueden secretar una sustancia amarillenta llamada calostro.
- Dolor en el área abdominal, especialmente a los costados y parte baja.
- Estreñimiento
- Dolores de cabeza o mareos
- Calambres en las piernas
- Dolor de espalda
- Hinchazón en manos y pies
- Hemorroides
- Dificultad para respirar, aunque esta mejora una vez que el bebé desciende hacia el canal del parto.
- Contracciones de Braxton Hicks, que no deben confundirse con las contracciones de parto.
- Nervios, emoción y ansiedad
Cuidado prenatal
Tus citas de control prenatal son ahora semanales. En ellas tu médico evalúa si tanto madre como bebé están listas para el parto. Puede realizar:
- Examen vaginal de tacto para determinar dilatación y borramiento de tu cuello uterino. La dilatación es la apertura y el borramiento es el adelgazamiento del cuello. Para el nacimiento, debes alcanzar los 10 centímetros de dilatación y un 100% de borramiento.
- Un ultrasonido a los nueve meses de embarazo ayuda a confirmar el bienestar del bebé. Tu médico determina si es necesario para verificar la edad de gestación del bebé (en caso de atraso o duda), medir los niveles de líquido amniótico, observar el cuello uterino, vigilar la actividad del bebé, o asegurar que el cordón umbilical no esté enredado en el bebé.
Además, continúan los exámenes de rutina de control prenatal:
- Ritmo cardíaco del bebé
- Posición del bebé
- Tamaño del útero
- Latido del corazón de tu bebé
- Control de peso
- Presión arterial
- Prueba de sangre
- Prueba de orina