Se aproxima el momento que te cambiará la vida por completo. Al cumplir los ocho meses de embarazo, debes enfocarte en la preparación para la llegada del bebé, tanto física y mentalmente, como en el aspecto material y económico.
Si no lo has hecho aún, debes tomar un curso de preparación para el parto cuanto antes. Allí aprenderás sobre el proceso de la labor de parto, técnicas para manejar el dolor durante el parto, tus opciones de medicamentos, el nacimiento y los cuidados del posparto. Asegúrate de que tu pareja o quien te vaya a acompañar durante el nacimiento también asista a las clases.
En cuanto a los cambios en tu bebé, ahora gana peso y acumula nutrientes y energía para el nacimiento y sus primeros días de vida. Por tu parte, te sientes cada vez más incómoda y ansiosa.
Tu bebé
Peso: 2,260 a 2,720 kg aproximadamente.
Tamaño: 45 a 50,8 centímetros aproximadamente.
Hasta ahora tu bebé era flaquito y ocupaba su tiempo en la formación y desarrollo de sus partes y órganos. Habiendo completado esa etapa, ahora acumula grasa y poco a poco adquiere la apariencia de los bebés de revista: regorditos y adorables.
La fuerza con que sientes los movimientos fetales disminuye conforme se reduce el espacio en tu útero, pero sí debes estar pendiente de que se mantenga activo. Ante cualquier preocupación, contacta a tu médico.
- Los pulmones de tu bebé ya casi alcanzan su nivel de madurez; mientras tanto, «practican» movimientos de respiración.
- Las pupilas del bebé se contraen y dilatan como respuesta a la luz
- El vérnix, esa capa grasosa que recubre la piel del bebé, se engrosa para protegerla hasta el nacimiento.
- Tu bebé puede asumir ya su posición para el parto (de cabeza), por lo que puedes sentir mayor presión en la parte inferior de tu útero.
- Se desarrollan las distintas regiones del cerebro.
- Con el desarrollo de las papilas gustativas, tu bebé ya puede percibir diferentes sabores.
- Los huesos del bebé se endurecen, pero el cráneo se mantiene blando y flexible para facilitar su paso por el canal del parto.
Tu cuerpo
El embarazo es una etapa muy bella en tu vida, pero no se puede negar que es incómodo, sobre todo hacia el final. A los ocho meses de embarazo puedes experimentar los siguientes síntomas:
- Cansancio extremo. Si es tu primer bebé y tienes la oportunidad, descansa y toma muchas siestas, porque nunca más tendrás esa libertad. Además, tu cuerpo lo necesita.
- Aumento de energía. Algunas mujeres sienten a su energía elevarse como resultado del «síndrome de preparación del nido». Se desconoce a ciencia cierta si este se da como resultado de las hormonas del embarazo, o es más bien algo psicológico, pero algunas embarazadas reportan mayor energía y productividad durante los últimos meses antes del nacimiento.
- Aumento de peso
- Dificultad para dormir
- Dificultad para movilizarte
- Mayor frecuencia urinaria. Conforme tu bebé desciende y adopta su posición para el nacimiento, pondrá presión sobre tu pubis, lo que te puede resultar incómodo y obligarte a ir al baño más a menudo.
- Tus glándulas mamarias pueden secretar una sustancia amarillenta llamada calostro.
- Dolor en el área abdominal, especialmente a los costados y parte baja.
- Estreñimiento
- Dolores de cabeza o mareos
- Calambres en las piernas
- Dolor de espalda, debido al peso excesivo que ahora llevas en tu panza y el desbalance de tu cuerpo.
- Hinchazón en manos y pies
- Hemorroides
- Dificultad para respirar, que aumenta conforme tu útero acapara más de tu tronco y estruja a los demás órganos.
- Contracciones de Braxton Hicks, que no deben confundirse con las contracciones de parto.
- Nervios, emoción y ansiedad por la inminente llegada de tu bebé.
Cuidado prenatal
Durante los últimos dos meses de embarazo las citas de control prenatal son más frecuentes: cada dos semanas. Las pruebas de rutina ahora incluyen otras revisiones y exámenes para determinar el bienestar de la madre y bebé al aproximarse el parto.
- Prueba del estreptococo tipo B. El estreptococo del grupo B es una bacteria que habita en la vagina de algunas mujeres (hasta un 25% de las mujeres embarazadas, según la CDC). En ellas no causa mayores problemas ni síntomas, pero el bebé corre el riesgo de contraer una infección severa al entrar en contacto con ella durante el parto. El examen se realiza recolectando una muestra del área de la vagina y el recto (como en el Papanicolaou). En caso de resultar positivo, la madre debe someterse a tratamiento antibiótico durante el parto.
- Dilatación. Algunas mujeres pueden empezar a dilatar semanas antes de que inicie su labor de parto. No te debes alarmar, porque por lo general la dilatación no pasa de uno o dos centímetros y no hay ninguna otra señal de que se aproxime el nacimiento. Tu médico te dirá si este es tu caso, ya que se detecta mediante un examen vaginal de tacto o un ultrasonido.
- Ritmo cardíaco del bebé
- Posición del bebé
- Tamaño del útero
- Latido del corazón de tu bebé
- Control de peso
- Presión arterial
- Prueba de sangre
- Prueba de orina
Recuerda:
Tus horas de sueño al final del embarazo son pocas, pero muy valiosas. La clave del éxito está en buscar la posición en la que estés más cómoda. Por lo general esta es de lado (hacia la izquierda), pero puedes también intentar dormir semisentada con la ayuda de almohadones. Cualquiera que sea tu preferencia, coloca almohadas para apoyar tu panza y entre tus piernas. Utiliza también piyamas cómodas, las de seda o satín te ayudan a moverte más fácilmente en la cama.