¡Felicidades! Llegaste a tu tercer trimestre de embarazo y ahora empieza la recta final. En los siguientes meses tu bebé aumenta de peso, gana fuerza y se prepara para el nacimiento.
Claro, si tu bebé está ganando peso, eso quiere decir que tú también, pero con la meta a la vista y preparaciones de último minuto, no tienes de qué preocuparte.
El séptimo mes de embarazo es el momento ideal para tener tu baby shower o celebración por la pronta llegada del bebé. A la hora de hacer tu lista de regalos, toma en cuenta los productos esenciales que requiere tu recién nacido.
Tu bebé
Peso: 900 a 1,360 gramos aproximadamente.
Tamaño: 35 a 43 centímetros aproximadamente.
Ya para el tercer trimestre, tu bebé prácticamente ha terminado de formarse. Durante el tiempo restante de gestación, su cerebro se desarrolla con rapidez, aumenta de peso, y maduran sus órganos y funciones. Además, se dan los siguientes cambios:
- Los movimientos de tu bebé son fuertes y frecuentes. En promedio, tu bebé debe moverse unas diez veces por hora.
- Empieza a caer el lanugo, ese vello fino que cubre el cuerpo de tu bebé durante el embarazo. Al nacer, quizá notes un poco de lanugo en los hombros y espalda del pequeño, que son las últimas áreas donde desaparece el lanugo.
- Tu bebé puede percibir los cambios en la luz, como cuando es de día y de noche.
- Los ojos de tu bebé ya tienen coloración, aunque no se sabrá su color final hasta meses después del nacimiento.
- Puede responder al sonido, por lo que es una excelente oportunidad para hablarle, leerle o cantarle.
- Las manos de tu bebé van adquiriendo destreza. Con frecuencia juega al estirar y encoger sus dedos, o agarra el cordón umbilical.
- A partir de este momento, tu bebé gana alrededor de 0,5 libras por semana.
- Almacena minerales, como hierro y calcio.
- Continúa la formación de capas de grasa, que lo ayudarán a mantener la temperatura fuera del útero.
Tu cuerpo
Las incomodidades del tercer trimestre se relacionan al tamaño de tu panza, como dificultad para dormir y dolor de espalda. También puedes esperar los siguientes síntomas:
- Tus glándulas mamarias pueden empezar a secretar una sustancia amarillenta llamada calostro.
- Dolor en el área abdominal, especialmente a los costados y parte baja.
- Estreñimiento
- Dolores de cabeza o mareos
- Calambres en las piernas
- Dolor de espalda, debido al peso excesivo que ahora llevas en tu panza y el desbalance de tu cuerpo.
- Hinchazón en manos y pies
- Hemorroides
- Dificultad para respirar, que aumenta conforme tu útero acapara más de tu tronco y estruja a los demás órganos.
- Dificultad para dormir
- Contracciones de Braxton Hicks, que no deben confundirse con las contracciones de parto.
- Nervios, emoción y ansiedad por la inminente llegada de tu bebé.
Cuidado prenatal
Uno de cada ocho nacimientos se da de forma prematura (antes de las 37 semanas), y por ello tu médico vigila tu embarazo muy de cerca durante el tercer trimestre. Además de las pruebas de rutina, en este mes tu cita de control prenatal incluye:
- Revisión para determinar la posibilidad de preclampsia (presión sanguínea alta y presencia de proteína en la orina). Tu médico pondrá especial atención a los síntomas, como hinchazón excesiva en manos y pies, cambios en la visión, dolores de cabeza, o aumentos repentinos y excesivos de peso (más de dos libras por semana).
- Examen de sangre para determinar tu nivel de hierro. Si estás anémica, tu médico puede recomendar un suplemento adicional de hierro.
- Si tu factor Rh (en tu tipo de sangre) es negativo, alrededor de la semana 28 tu médico puede administrarte un medicamento llamado inmonuglobulina Rh, para evitar que tu bebé sufra ictericia (color amarillento de la piel y ojos) o anemia.
- Ritmo cardíaco del bebé
- Posición del bebé
- Prueba de la glucosa, si no la tuviste durante el sexto mes de embarazo.
- Tamaño del útero
- Latido del corazón de tu bebé, utilizando un monitor fetal Doppler (externo).
- Control de peso
- Presión arterial
- Prueba de sangre
- Prueba de orina
Recuerda:
Tu bebé debe moverse diez veces por hora en promedio. No te alarmes si tu pequeño se mueve solo de vez en cuando, porque recuerda que él también tiene sus momentos de sueño y de menor actividad. Sin embargo, si la falta de movimiento es persistente y prolongada, y llega al nivel de preocuparte, consulta a tu médico, en especial si va acompañado de otros síntomas, como sangrados, contracciones, muestras de líquido amniótico, o dolores fuertes o inusuales.