Tras el parto (sea por cesárea o parto natural), los ginecólogos recomiendan reiniciar las relaciones sexuales cuando haya pasado la cuarentena (40 días) y el aparato genital femenino se asiente del todo.
Esto significa que la pareja debe esperar a que la episiotomía este cicatrizada, que hayan cesado los loquios (el sangrado que presenta la placenta al desprenderse) y la pelvis de la mujer se haya recuperado.
Sin embargo, el sexo es mucho más que la penetración y el período de «abstinencia forzada» no impide a la pareja experimentar formas diferentes de intimidad. Sea como sea, el sexo debe retomarse cuando la pareja se sienta preparada física y emocionalmente.
¿Cuándo se puede reanudar el sexo después del parto?
• Si el parto ha transcurrido con normalidad, con los 40-42 días de la cuarentena es suficiente.
• Si el parto no necesitó una episiotomía, es posible que la recuperación se produzca antes y el sexo con penetración se pueda reanudar antes.
• En el caso de un parto por cesárea, es aconsejable esperar unas seis semanas, con el fin de no empeorar la cicatrización de la pequeña herida en la pared del útero (una mala fuerza puede abrir la herida).
Es muy probable que en las primeras relaciones sexuales después del parto, la mujer sienta algunas molestias físicas y cierta sequedad vaginal. Las molestias son comunes y normales, ya que el cuerpo de la mujer ha vivido muchos cambios durante el embarazo y el parto.
De todos modos, si los puntos de sutura están cicatrizados y los genitales de la mujer están recuperados, no hay que tener miedo a retomar el sexo. Aunque si las molestias perduran, son excesivas o se producen sangrados, es muy importante consultar al médico.
Recuperación en cuerpo y mente
Sin embargo, además de los impedimentos físicos, la mujer también tiene que estar recuperada emocionalmente antes de reanudar la actividad sexual. Y es que durante el embarazo y el parto, la mujer también ha vivido cambios emocionales y psicológicos.
Pero no sólo la actividad sexual de la mamá se verá afectada por la llegada del bebé, seguramente la relación de pareja también pasará a un segundo plano para los dos. La pareja estará dedicada casi en exclusiva al recién nacido.
Además, el cansancio relacionado a las exigencias del bebé en sus primeros días probablemente disminuirá el deseo sexual de ambos. Es posible, también, que los papás se sientan cohibidos por la presencia del niño, lo recomendable es que el niño duerma en su cuna o catre para no sentirse observado o cohibido.
Todos estos contratiempos se pueden superar con mucha paciencia y comprensión por ambas partes.