La mastitis se ha convertido en una afección a la cual se enfrentan muchas mujeres, que se hallan en su período de lactancia. Síntomas como dolor, escozor e inflamación en los pechos, sumados incluso a la fiebre, imposibilitan en mucho el hecho de amamantar a sus recién nacidos con comodidad y energía. Y esta inoculación de los senos a pesar de ser relativamente común, conlleva la necesidad de aplicar diferentes medidas según las características que presente.
Ya se ha visto que la mastitis puede ser principalmente de dos tipos: infecciosa y no infecciosa. Ambas, aunque suelen presentar los mismos signos de malestar, observan medidas de protección muy diferentes, que podrás leer a continuación:
Tratamiento para la mastitis no infecciosa
Está determinado por causas que no tienen que ver con ningún tipo de bacteria, sino por la alteración de los mismos conductos mamarios. Es por eso que un buen masaje aplicado en ambos pechos, puede eliminar aquellas obstrucciones que estén impidiendo la salida de la leche materna.
Tratamiento para la mastitis infecciosa
Dado que es ocasionada a causa del ingreso de bacterias, lo primero es atacar a las mismas por medio de antibióticos, así como algún medicamento que pueda calmar el aumento de la temperatura corporal (en caso de existir). Los elementos que se administran con mayor frecuencia, consisten en dicloxacilina y metrodinazole, que fungen excelentemente debido a sus efectos antimicrobianos.
La utilización de otras medicinas para los casos que adquieren mayor complejidad, incluye progesterona, danazol y antidiuréticos.
Cuando un caso de mastitis evoluciona hasta formar abscesos con pus, resulta necesaria una intervención quirúrgica. Esto puede suceder si no se tomaron las medidas para tratarla a tiempo.
Dicha operación procede a realizarse una vez que se tiene el diagnóstico apropiado del estado de la mastitis, que se realiza de la siguiente manera:
- A través de una jeringa, se extrae una muestra por parte de los abscesos ubicados detrás del pezón.
- Dicha muestra es enviada a un laboratorio especializado en citología, para elaborar un cultivo en el que sea fácil detectar agentes microbianos.
- Una vez que el análisis se encuentra completo, lo más prudente es escuchar las indicaciones del médico para proceder a operar. Mientras tanto, la infección fue pausada en lo posible con antibióticos.
Es importante acudir a revisión ante el menor signo de mastitis, puesto que actualmente se ha observado su relación con la probabilidad de padecer cáncer de mama. Si bien su influencia no es decisiva, si puede representar un obstáculo para atacar dicha enfermedad una vez que se ha hecho presente.